El Tour del Puente Inca Q’eswachaka

Lo recogeremos temprano de su hotel en Cusco y nos dirigiremos hacia el sur por la carretera que conduce a la provincia de Canas. Durante el recorrido observaremos la laguna Pomacanchi, la enigmática laguna Urcos, donde cuentan que el último Inca ordenó llevar allí todo el oro del Imperio para evitar que fuera saqueado por los españoles, y la laguna Yanaoca, donde Visitaremos un pequeño volcán y el paso del mismo nombre. Al llegar a “Q’eswachaca” ubicado a una altura de 3,600 metros, tendremos la oportunidad de visitar su puente ancestral, que es un legado arquitectónico y cultural de los Incas. El puente Inca de “Q’eswachaca” está construido sobre el majestuoso río Apurímac, ubicado en la provincia de Canas. El último puente inca sufre el deterioro de su material (paja) debido al duro clima del altiplano, por lo que requiere de una reconstrucción anual. La reconstrucción corre a cargo de las comunidades campesinas de Perccaro, Huinchi y Qqewe. Las dimensiones del puente son 33 metros de largo por 1,20 metros de ancho, y el material utilizado es exclusivamente paja trenzada (Ichu) procedente de las tierras altas de la región. Por la tarde regresaremos a Cusco, pero el camino nos tiene una sorpresa. A la altura de la comunidad de Hampatura, encontraremos las impresionantes cuevas de Ccarañahui o Q’arañahui, ubicadas a 3.900 metros de altitud. Se trata de una fantástica cueva formada por material marino sedimentario, y su composición química es hipoclorito de calcio, que debido al constante goteo ha dado lugar a la formación de impresionantes estalagmitas y estalactitas que curiosamente se asemejan a las formas de un puma y un cóndor. La cueva tiene miles de años y en el fondo podemos apreciar una misteriosa laguna. Cuenta la leyenda que los incas solían venir a la cueva para comunicarse espiritualmente con sus dioses. Finalmente retornaremos a Cusco en nuestro vehículo privado, concluyendo nuestro recorrido hasta el puente Inca de “Q’eswachaka”. RECONSTRUCCIÓN ANUAL: El puente “Q’eswachaka” requiere de mantenimiento anual debido a que la paja (Ichu) utilizada en su construcción comienza a descomponerse. Desde la época inca, la reconstrucción se realiza en 3 días (antes del segundo domingo de junio), y el cuarto día la ceremonia concluye con una fiesta folclórica, donde podrás vivir las tradiciones y costumbres únicas de este mundo.